Será la fantasía de conocer, de adentrarnos en nuevos mundos donde solo podemos soñar y soñar. Mundos hecho y deshechos para ser felices en el momento en el que nosotros queramos empezar a serlo. Mundos para unos y para otros. Mundos personalizados, cada uno tiene el suyo, cada cual en su mundo. Fueron creados con el único fin de ser descubiertos poco a poco, de ir asombrándonos mientras nos adentramos en ellos e ir conociendo cada vez un poco más. Cada uno dueño del suyo, pero tendemos a querer conocer el de los demás. Generalmente, nos acercamos a mundos parecidos al nuestro, con playas de la misma arena y el mismo agua pero de diferente forma, con ríos y montañas de la misma longitud y altura pero de diferentes colores. A veces, nos llega a gustar tanto uno de esos mundos que decidimos que merece conocer el nuestro. Y compartimos. Compartimos todo lo que en nuestro mundo hay. Y somos capaces de revelar de qué están hechas nuestras nubes, cómo soplan nuestros vientos o cómo cae nuestra lluvia, y todo porque queremos seguir conociendo más y más de ese mundo que nos fascina. Es la alegría de compartir, saber que a esa persona le gusta tu mundo y de que a ti te gusta el suyo. Es la idílica unión entre dos formas de pensar, de ver la realidad, de hacer las cosas y de interpretarlas. Es la fantasía de conocer, de conocernos, de querernos, de amarnos y de vivir.
Porque la vida no es más que compartir tu mundo y descubrir nuevos. No es más que perderte por bosques que no sabes dónde están y, sin embargo,despreocuparte, disfrutar y sentir. La vida es notar el aire frío en invierno, caminar pensando que todo hace millones de años era completamente distinto y asombrarte.
Los mundos cambian, no son estáticos, son dinámicos. Cada mundo escoge un camino y evoluciona de forma diferente creando una fantástica esfera de sensaciones que anida en lo más profundo de nosotros. Somos mundos sueltos en el universo que nosotros llamamos vida. Somos gente que viene y que va, aire que sopla de oeste a este. Somos olas del mar que rompen en las rocas o nubes que piensan impacientes dónde descargar lo que llevan dentro y dónde adquirir los mejores colores de un atardecer. Somos estrellas que quieren brillar. Somos las hojas que caen en invierno y las que se quedan en los árboles durante todo el año. Somos la música que creamos con unas risas. Somos sentimientos.Somos todo, somos nada. Somos la utopía de mundos a punto de ser descubiertos. Somos vida.
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