Amarillos... pensaba que eran amigos, almas gemelas, personas que me ayudaban, ángeles de la guarda. No acababa de comprender por qué un desconocido que hasta hacía dos minutos no formaba parte de tu mundo, después se convertía en parte tuya, te entendía más que cualquier persona de este mundo y notabas que te ayudaba de una manera tan profunda que te sentías comprendido e identificado. Lo más importante es que un amarillo no necesita llamadas telefónicas, no necesita años de cocción, no necesita que lo veas a menudo. Así que quizá mucha de esa gente que no ves a menudo, que ya no consideras amigo por falta de tiempo, quizá son amarillos.
Amarillo es la palabra que define a esa gente que cambia tu vida y que quizá vuelvas o no vuelvas a ver. Es como dar una nueva distinción a lo que antes se llamaba mejores amigos.
En definitiva, un amarillo es una persona especial en nuestra vida a la que acariciamos, abrazamos y con la que dormimos. Marca nuestra vida y no necesita tiempo ni mantenimiento. Las conversaciones con ellos hacen que mejoremos como personas y descubramos nuestras carencias. Son el nuevo eslabón de la amistad.
''El mundo amarillo es un mundo fantástico que quiero compartir contigo''
No hay comentarios:
Publicar un comentario