Historias propias, algunas inventadas,historias de gente, frases sueltas, sentimientos, canciones, películas, emociones... Así lo veo yo.
viernes, 21 de septiembre de 2012
La hache asonante
Aquella mañana el café no contraía su garganta. El periódico y sus morbosas desgracias no la hacían perder la desorientación. El reloj de pared, ese día, se había caído al suelo, como sus ganas de subir al metro y compartir con extraños miradas llenas de prejuicios. Esta vez le pesaba más una sola llena de resentimiento, que desde los espejos, le hacía muecas de burla y reproche.
No estaba segura si era a causa del agobiante calor que le golpeaba en la cara, o si simplemente sus pulmones hoy necesitaban un descanso, pero a duras penas conseguía respirar.
"El tiempo me ha agotado, y puede que nunca estuviera hecho para ti." La voz. La que no paraba de darle puñetazos en el estómago a cada flashback.
Una anciana se le acercó, sosteniendo un bolso gastado y un paraguas, a pesar de que aquel día hacía mucho calor y, el telediario, había previsto subida de temperatura.
-Señorita, ¿necesita usted un pañuelo?- Dijo la señora mientras le ofrecía un clínex con una sonrisa desdentada en el rostro.
Entonces se percató que había estado llorando durante todo el trayecto. Ella. La fría, la independiente, la portadora de ausencia de sentimientos. No supo si reir o chillar, y decidió aceptar la ayuda de aquella desconocida y secarse las pestañas.
-¿Por qué lleva paraguas, no sabe usted que hoy hace un día espléndido?- Se dirigió a la mujer, con una sonrisa, como forma de agradecimiento.
-Tengo setenta y siete años, si llueve, ya no me sirve soñar que alguien vendrá a recogerme en la estación si hay tormenta. Antes estaba él, esperándome con su paraguas negro y su sonrisa blanca al final de las escaleras.
El metro se paró, las puertas se abrieron, y sin decir una palabra, la señora cruzó las puertas.
Entonces fue cuando se imaginó, años después, con un bolso destartalado y con el peso de mil paraguas cargando a las espaldas, y decidió que jamás se quedaría esperando bajo la lluvia, sola, y con miedo a que finalizara la tormenta.
Una maravilla por cortesía de una gran amiga. Gracias Her. (@Hasonante)
Aquí tenéis su blog en donde también podéis encontrar esta entrada:
http://hacheasonante.blogspot.com.es/
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