lunes, 25 de febrero de 2013

Según quieras mirar

No os voy a engañar diciendo que yo siempre he sido una persona optimista, ¿para qué mentir? He sido de las personas que se hunden por todo, de las que solo ven o blanco o negro... He sido de las personas a las que tropezar en cualquier piedra les hacía caer.
Me he pasado toda la vida escuchando las típicas frases motivadoras, de estas que intentan animarte y que no valen para nada. Pero realmente no es que no valgan, es que no las entendemos.

Una vez, una persona muy especial para mí me dijo que a partir de cierta edad empezarían a pasarme cosas increíbles, y lo cierto es que no se equivocó. Ahora me paro a pensar y me doy cuenta de la cantidad de cosas que me han pasado, de todo lo que ha cambiado mi forma de pensar, de actuar y de afrontar la vida. He aprendido muchas cosas, demasiadas. He aprendido a apreciar a la gente que me aprecia, a sonreír cuando todo vaya mal, a tener la cabeza siempre alta, a no desaprovechar oportunidades pero siempre sabiendo lo que hago, a agradecer a la vida cada día que me ofrece y a vivirlo como si fuera el primero, que si algo sale mal a la próxima saldrá mejor, que se mejora día a día, poco a poco y que los obstáculos de esta carrera no se derriban, se saltan. He aprendido que el mejor día de mi vida no llegará nunca, porque cuando yo piense que ha llegado, no seré consciente de que el siguiente podrá ser mejor aún.
De vez en cuando párate, mira a tu alrededor y disfruta de las vistas, porque te puedo asegurar que serán maravillosas. La felicidad es una actitud ante la vida, y ésta va en función de cómo la mires.

2 comentarios:

  1. No sabes cuánto me alegro de que hayas descubierto todo esto que cuentas. Yo no lo hice hasta los 20, pero desde entonces, no he parado de crecer y de aprender a ser feliz.
    Eres grande, Vero. ¡¡No se te olvide!!

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  2. Muchas gracias Ali!! Me encanta que sigas tanto mi lo que escribo... Gracias, de verdad :)

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